La Pulga abrió el camino ante el Racing con un golazo y después marcó el 3-0 que cerró la victoria. Los catalanes se mantuvieron así en la punta de la Liga.
Messi le agradece a Iniesta su pase en el comienzo de la jugada. (AFP)
Con Messi de arranque, Barcelona recibía en el Camp Nou al Racing de Santánder de Cúper a sabiendas de que con una victoria la punta de la liga española seguiría en su poder. Sin Mascherano y Busquets, Thiago Alcántara era el volante más retrasado de los de Guardiola, que a los 8 minutos tuvieron una inesperada complicación, cuando Piqué debió abandonar la cancha lesionado. Su lugar fue ocupado por Abidal.
Después de esa preocupación llegó la alegría, cuando a los 10 Iniesta combinó en el área del Racing con Messi, que pasó por el medio de dos rivales, gambeteó al arquero y con mucha naturalidad tocó al gol. Si bien todo era fácil para los blaugranas, no se mostraban arrolladores en su juego, aunque sí tranquilos, como usualmente. El 2-0 llegó de un desborde de Pedro por izquierda, que con esa pierna centró y encontró la cabeza de Xavi, lanzado hacia adelante ganó en el salto y estiró la ventaja.
Dos goles arriba, el equipo culé salió a jugar el complemento con su habitual repertorio de movilidad y toques, con esa seguridad de que el resultado y la cima de la liga no podrían escapársele. .Si bien cada encuentro entre Iniesta y Messi se podía pensar electrizante, la sensación de partido ganado que reinaba en el Camp Nou parecía hacer que los jugadores locales se esfuercen demasiado, más teniendo en cuenta que en la semana hubo partidos de Eliminatorias sudamericanas y europeas. El tercero del Barsa, segundo de Messi, llegó tras un zurdazo de Iniesta que dio en el poste y que La Pulga, bien ubicado dentro del área de los de Cúper, supo capitalizar con olfato goleador. La jugada, para variar, la había comenzado el rosarino.
Después de esa preocupación llegó la alegría, cuando a los 10 Iniesta combinó en el área del Racing con Messi, que pasó por el medio de dos rivales, gambeteó al arquero y con mucha naturalidad tocó al gol. Si bien todo era fácil para los blaugranas, no se mostraban arrolladores en su juego, aunque sí tranquilos, como usualmente. El 2-0 llegó de un desborde de Pedro por izquierda, que con esa pierna centró y encontró la cabeza de Xavi, lanzado hacia adelante ganó en el salto y estiró la ventaja.
Dos goles arriba, el equipo culé salió a jugar el complemento con su habitual repertorio de movilidad y toques, con esa seguridad de que el resultado y la cima de la liga no podrían escapársele. .Si bien cada encuentro entre Iniesta y Messi se podía pensar electrizante, la sensación de partido ganado que reinaba en el Camp Nou parecía hacer que los jugadores locales se esfuercen demasiado, más teniendo en cuenta que en la semana hubo partidos de Eliminatorias sudamericanas y europeas. El tercero del Barsa, segundo de Messi, llegó tras un zurdazo de Iniesta que dio en el poste y que La Pulga, bien ubicado dentro del área de los de Cúper, supo capitalizar con olfato goleador. La jugada, para variar, la había comenzado el rosarino.
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